El contenido de carbono orgánico en el suelo depende de diferentes factores, tanto externos, relativos a su sublocalización geográfica (fundamentalmente clima) como intrínsecos vinculados a sus características físicas o al uso soportado. El proyecto LIFE Agromitiga ha realizado en una primera fase una identificación y sectorización de las diferentes zonas de actuación del proyecto. El objetivo fundamental de esta tarea es realizar un análisis territorial que, atendiendo a los principales factores que afectan al contenido de carbono de los suelos, establezca diferentes zonas agroclimáticas que permitan establecer las situaciones más representativas en la región andaluza. De esta forma, se formalizará una red de fincas a escala regional en la que se hará un seguimiento de la evolución del contenido de carbono.
Para realizar la zonificación de las zonas representativas, las variables consideradas han sido, fundamentalmente, los usos del suelo, la climatología y la litología. Para ello, se ha utilizado información de carácter regional relativa a las principales variables descriptivas del medio en formato digital: clasificaciones climáticas, cartografía actualizada de los usos del suelo y mapas sintéticos de formaciones litológicas.
Mediante análisis territorial y agrupación de clases se ha establecido la localización espacial de los distintos estratos y sus superficies representativas con objeto de establecer la distribución y número idóneo de parcelas de seguimiento del contenido de carbono orgánico en los principales usos agrícolas regionales y distintos tipos de manejo.
La zonificación del territorio andaluz propuesta por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, y atendiendo a un análisis fitoclimático del mismo, se va a establecer una red de 36 fincas colaboradoras repartidas por toda la geografía andaluza.
El proyecto LIFE AGROMITIGA (Desarrollo de estrategias de mitigación del cambio climático a través de una agricultura inteligente en el uso del carbono) que, coordinado por la Asociación Española de Agricultura de Conservación – Suelos Vivos (AEAC.SV), cuenta con la participación de ASAJA-Sevilla, pretende promover conceptos y prácticas agrícolas sostenibles aplicables tanto a nivel local como europeo, mediante el desarrollo de herramientas y actuaciones que potencien la capacidad mitigadora del suelo como sumidero de carbono.
Fuente: ASAJA Sevilla
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