El pasado mes de diciembre vio la luz la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo y al Consejo “Ciclos de carbono sostenibles”, la cual establece las acciones a a llevar a corto y medio plazo en la llamada agricultura del carbono con el fin de definir un modelo de negocio que recompense a los gestores de tierras por adoptar prácticas que conduzcan a la captura de carbono.
Si bien ya empiezan a surgir algunas iniciativasprivadas que reconocen como créditos de carbono el CO2 secuestrado por sistemas de manejo como la Siembra Directa o las Cubiertas Vegetales (Agoro), se trata de la primera vez que, desde las instituciones públicas, se admite la necesidad de recompensar a los agricultores por adoptar prácticas agrarias secuestradoras de Carbono, como la Agricultura de Conservación, la implantación de elementos paisajísticos o la agrosilvicultura, contemplando diversas fuentes de financiación públicas para incentivar dichas prácticas en función del Carbono secuestrado.
Una de las cuestiones que aborda la Comunicación, es la necesidad de establecer una metodología unificada para el seguimiento, notificación y verificación de las pérdidas o ganancias de carbono que se produzcan en el suelo agrario, siendo dicha metodología una condición previa para un mercado regulado de la UE para la acción por el clima en el sector de la tierra después de 2030.Para ello, la Comisión tiene previsto la creación un grupo de expertos sobre la captura de dióxido de carbono en suelos agrícolas.
Por otro lado, la Comisión da las directrices para el desarrollo de un marco de certificación que garantice la identificación transparente de la captura de dióxido de carbono en suelos agrícolas. Dicho marco se centraría en soluciones que tengan lugar en la UE, y la metodología ha de servir para certificar que el secuestro del CO2 atmosférico es duradero en el tiempo, se ha medido con estándares de calidad y existe poco riesgo de que la práctica provoque emisiones de GEI en otros lugares.
Como retos a afrontar en el futuro inmediato, la Comunicación plantea que todos los gestores de tierras deben tener acceso a datos verificados sobre emisiones y eliminación antes de 2028, las iniciativas de captura de CO2 en suelos agrícolas han de contribuir al incremento de 42 millones de toneladas equivalentes de CO2 en el suelo, para llegar al objetivo de eliminación de 310 millones de toneladas de CO2 totales en el año 2030, y proporcionar a los gestores de tierras los mejores conocimientos sobre el secuestro de CO2 para garantizar su participación en el sistema.